viernes, 31 de agosto de 2012

Calle Marwell. II



II

Ahora que iba corriendo si recordaba que hubo una vez en que su abuelo le contó la historia de la vez que paso por esa calle, de hecho fue la noche en que su abuelo murió, Josue recordaba muy bien esa noche por que fue la ultima que su abuelo le “leyó” un cuento a la hora de dormir.

Seguía recordando cosas de esa noche mientras corría, al parecer correr le ayudaba a la memoria; ahora recordaba que esa fue la primera vez en mucho tiempo que su abuelo le leía algo en la noche. Su abuelo ponía de excusa que ya era viejo, pero aun mantenía ese brillo en sus ojos que siempre asombro y gusto a Josue; pero era mas por que Josue ya no le ponía atención a esas historias quizá por que a los 13 años ya buscas tus propias aventuras  y contar tus historias.

Pero la noche anterior a su 15° cumpleaños se sentía muy aburrido y solo oía un poco de música en su habitación cuando entro su abuelo con paso lento, casi temblando; con los hombros bajos y algo encorvados y pálido y se sentó en el sillón donde antaño se sentaba a leerle para dormir.

En un principio le pareció que su abuelo se había quedado dormido pues en la oscuridad no se le veía los ojos y con el juego de sombras parecía tener una calavera por cara.

Cuando su abuelo hablo lo hizo con voz pausada, calmada y baja pareciera que le costara mucho hablar pero a la vez sintiera un alivio al contar lo que estaba diciendo

Hoy oirás por fin la historia que no he podido contarte…

Por un momento Josue no sabia de que habla pero su abuelo lo miro otra vez con ese gesto en su cara, esa “sonrisa” y entonces supo de que hablaba.

…de esa noche en que pase por la calle Marwell. Concluyo

Era el ocaso de un martes 13, marzo del año 1945 yo venia del pueblo vecino, Tirton; había ido a ver a un amigo tomamos unas copas y simplemente se me hizo mas tarde de lo que pensaba, cuando regresaba y con el alcohol encima simplemente deambulaba y dejaba que mis pies dictaran el camino, escucha esto cuando te lo digo Josue “el borracho siempre cree que nada le puede pasar” pero simplemente es el alcohol el que habla ó piensa.

Josue aun estaba poniendo mas atención a la música pero algo en la “historia” del abuelo le atraía o era simplemente que se estaba quedando dormido ¿como saberlo?

El abuelo continuo, en aquel año aun no había transporte como ahora ni tenia el dinero que ahora tiene la familia así que tenia que ir y regresar caminando. Y como ese camino lo conocía muy bien casi no veía por donde caminaba y pronto me halle en la entraba de la calle, claro antes tenia un arco del que ahora solo quedan las dos bases de pierda, pero en aquel entonces aun estaba en pie aun a pesar de lo viejo que ya estaba…

¿Abuelo que tan vieja es esa calle? pregunto Josué.

Nadie lo sabe ó al menos nadie lo recuerda pero lo que se yo al haber pasado por ahí es que es vieja, muy vieja. No me interrumpas.

Al principio me pare y lo vi pero en ese momento, en el perfecto ocaso parecía como si estuviera nuevo, como si no hubiera pasado el tiempo y fuera el mismo día que lo terminaron y por ese breve momento no sabia en donde ni cuando estaba y menos aun recordaba que ese arco nadie caminaba bajo el.

¿Qué fue lo que me atrajo u obligo a entrar? ¿El alcohol? ¿La luz que creo/estoy seguro que vi? o ¿la suerte? nunca lo sabre, lo que si se es que poco a poco me di cuenta que se hacia mas oscuro pero no de la manera tradicional, no de manera en que vez oscuro en el campo y las estrellas te iluminan si no de la manera en que toda luz se va y pareciera que estas encerrado en una caja sin ningún espacio ni ranura por donde entre la luz como un Tilocat.

Josue pregunto que quera eso.

Un lugar que no tiene nada de luz, se cree que por medio de magia se quitaba la luz y esto hacia que se volvieran locos a quienes los encerraban en ese lugar. Al menos eso me contaba mi abuelo en sus historias.

Sigue abuelo, pidió Josue ya sin escuchar música pero aun en ese estado de sopor, entre el sueño ligero y la semiinconsciencia.

En un principio no le tome importancia pues pensaba que simplemente las farolas de la calle no servían y que caminaría en la oscuridad y así continúe caminando, en ese momento ni hoy se por cuanto camine pero llego el momento en que me estaba cansando y no llegaba a casa con tu abuela y al parecer con este pensamiento “apareció” una luz a lo lejos que creí que seria la farola donde iniciaba el camino Nacorih que lleva a casa y seguí caminando pues creí que ya iba en buen camino.

¿Que era esa luz abuelo?

El abuelo Marcos pareció no escuchar la pregunta, permaneció callado por unos minutos y cuando Josué se disponía a volver a preguntar por fin su abuelo hablo, despacio.

No lo sabia, aun hoy no lo se bien pero…

Pero ¿Qué? Abuelo, insistió Josué.

…pero parecía la luz de vida, eso que creemos que se va cuando alguien muere, eso que extrañamos en la minada de un ser amado… luz de vida…

Pero dime abuelo de donde venia esa luz de… err…vida?

Espera Josito deja contarlo a mi tiempo y a mi manera, eso fue hace mucho y aun hoy no lo entiendo del todo bien. Su abuelo continuo, recuerdo que…

…Iba caminando y veía solo esa luz, pensaba que o la noche esta muy oscura o esa luz era muy clara, quizá en ese momento no me di cuenta pero pensé que para ser la luz de una vela, faro, linterna de gas o luz eléctrica era muy blanca. Claro que en ese momento pocos tenían luz eléctrica y para ser un farol o linterna de gas estaba muy debajo de lo normal.

Recuerdo que entre mas me acercaba tenia mas la sensación de tener frío pero ala vez esa luz irradiaba la sensación de bienestar.

Pero abuelo como…

Espera, preguntas al final… si hay ocasión.

Primero no lo notaba pero se me había quitado lo borracho y pensaba con más claridad.
Me aceraba a esa luz aún que no sabía bien que era. A cada paso que daba parecía cambiar de forma desde una flor flotando en medio de la nada pasaba a ser una mariposa, después a un colibrí, después a una pelota, a un gato, a un petirrojo y cuando estuvo a quizá unos 5 metros por fin oí una voz que dijo:

-¡Por fin te vuelvo a ver!

Voltee para ver de donde venia pero solo vi una “sombra” por un momento creí que se dirigía a mi esa sombra pero al ver que pasaba de largo y “caminaba” hacia la luz me percate que la luz tomo la forma de una mujer joven, no mayor de 20 años y que sonreía al ver esa sombra.

En ese momento se oyó un ruido en la ventana y Josué se sobresalto pero su abuelo solo susurro algo que se entendió como “sma ui”.

Que dijiste abuelo, pregunto Josué pero caminando hacia la ventana, al no ver nada que ocasionara el ruido regreso a su cama y esperaba que su abuelo continuara con la historia, vio su reloj y eran las 2:36 de la mañana, había pasado el tiempo muy rápido sin que se diera cuenta.

Su abuelo continúo con el relato….

Calle Marwell.



I

La noche del Sábado 1° de Abril de 1995 era fría, media nublada y a pesar de que había luna llena no era de esas noches que iluminaba al pueblo de Taxtore y solo las estrellas más brillantes se veían borrosas através de las pocas nubes que había. A pesar de que ya el pueblo contaba con energía eléctrica el comité gobernarte solo había dispuesto que hubiera iluminación por las noches en el centro del pueblo y enfrente del ayuntamiento, y las calles menos transitadas no tendrían ese privilegio hasta que se tuviera un mejor sistema energético, entiéndase que no se tenían los recursos para poder iluminar todo el pueblo; y al no haber una alta tasa de delincuencia no se requería que hubiera luz en todas las calles.

Esa noche Josue regresaba a su casa después de pasar la tarde del sábado paseando solo ya que sus amigos se encontraban fuera del pueblo por que ambos habían tenido que acompañar a sus respectivos padres a hacer diligencias ya que no estaban en tiempo de clases.

Había un árbol en la loma que estaba en la salida sur del pueblo, este árbol en su base tenía arbustos que a quien se recostara a su sombra no seria fácil que lo vieran desde el camino ya que este estaba en desnivel y eso ayudaba a que fuera un lugar muy tranquilo y en el cual Josue y sus amigos les gustaba pasar las tardes sin que fueran molestados.

Josue se había quedado dormido bajo la sombra de este árbol y no despertó hasta que ya había oscurecido y no sabia cuanto tiempo había pasado dormido, recogió el libro que había estado leyendo antes de dormirse, se sacudió la tierra y pasto y se dirigió hacia su casa. Josue tomo el camino mas largo solo para ver el centro del pueblo ahora que tenia iluminación, aun se le hacia mágico que por fin su pueblo tuviera “suficiente energía” para poder tener alumbrado el centro y no solo unas cuantas casas; y caminaba lento solo para disfrutar esa luz en plena noche.

Mientras caminaba por el parque central la banda de los chicos “problema” lo vieron paseando solo y decidieron que Él seria su variedad para quitarse la aburrición de ese sábado.

Josue no se había percatado que ya tenia “vigilantes” mientras el seguía maravillándose del espectáculo de las luces y caminaba lento hacia su casa.

Cuando estaba por salir del centro del pueblo oyó una voz en su oreja, “te diviertes, lerdo”.

Josue primero pensó quesería una broma de sus amigos pero mientras se deba la vuelta supo que no era alguno de sus amigos y que seria alguien más y el sabia quien era ese alguien más.

Al terminar de dar la vuelta reconoció la cara de esos 3 alguien más y supo que esas caras no desearían precisamente una buena noche. Lo único que pudo hacer fue arrojar el libro que tenia, El ocaso de una dinastía; y correr mientras la sorpresa les duraba a esos 3.

Paco, el líder de los 3; alcanzó a tropezarlo pero Josue no cayo del todo y corrió lo mas rápido posible alejándose de lo que el pensaba seria una noche “agitada”.

Mientras perseguían a Josue y el su afán de perderlos no se fijaba por donde iba e iba ganado terreno pero al dar la vuelta en la calle Texti con el Boulevard McAllister tropezó y esto le hizo perder el paso, no volvió a caer y quizá esto se debía a que a pesar de ser de no ser el mas hábil si tenia buenos reflejos, Josue no era nada del otro mundo a sus 17 años era flaco, media 165 y con su cabello castaño oscuro no se distinguía en nada de los demás, alguien promedio en su pueblo para su edad.

Siguió corriendo pero ya había perdido la mayor parte de la ventaja que había ganado al principio, vio un árbol a no más de 30 metros de donde estaba y corrió para esconderse detrás del árbol.

-¿Donde se metió ese pequeño lerdo? Pregunto Juan, uno de los compinches de Paco.

-Solo veo EL árbol. Dijo Ramiro.

Josue escucho esto y oyó ¿miedo En la voz de Ramiro?, o ¿era que el tenia miedo? Pero al siguiente instante se percato que si era miedo y ya sabia el por que.

Ahí estaba Josue parado en la entrada la calle Marwell, recordando tantas veces que su abuelo Marcos le había dicho que no pasara por esa calle y la evitara todo el tiempo que pudiera, así fuera de día o de noche; su abuelo le había dicho eso y siempre venia la pregunta de Josué:

-¿Por que abuelo?

No pases por esa calle, dicen que en esa calle se aparece el diablo. Era la respuesta que siempre obtenía…

…pero la verdad no es esa, continuaba su abuelo; la verdad es que solo es un espirito que te regala la muerte o te quita la vida depende de cómo lo quieras ver…bueno eso dice él

¿Pero abuelo como sabes eso?, insistía Josue.

Por ultima respuesta siempre su abuelo le regalaba una sonrisa enigmática como dándole a entender es un secreto que AUN no te contare.

De pequeño tú crees esas cosas y más si te las dice tu abuelo, más aun cuando la calle que te señala con su dedo viejo, chueco y flaco es la calle más sola, desarreglada y oscura que hayas visto a tus cortos 6 años.

A veces a la hora de dormir de Josue y su abuelo le leía una historia pero siempre era la misma escena.

Abuelo cuéntame cuando pasaste por la calle Marwell. Pedía Josue.

Su abuelo nunca accedía a contarle a excepción de una ocasión que su abuelo se sentía de suficiente buen humor y Josue se había portado bien, bueno lo necesariamente bien para que su abuelo accediera a contarle lo que vio en ese camino.

Cuando yo era joven… de eso ya hace mucho Josito, así le decía su abuelo; pasé por ahí sin proponérselo, venia pensando en muchas cosas y al tomar un “atajo” me encontré ya muy adentro para poder regresar y fue cuando la escuche…

¿Que escuchaste abuelo? Decía Josue desde detrás de las cobijas.

Una voz que dijo: Otro que cae en mis garras, escuche a mi espalda.

Al voltearme solo vi una sombra… sin mucha luz en la calle era lo poco que distinguía pero esa “sombra” emitía una rara “luz” oscura.

Recuerdo que tuve mucho miedo cuando escuche esa voz pero de alguna manera sabia que no me pasaría nada… que todo era una apuesta, claro Josito que tu Abuelo en aquel entonces era joven y osado apenas tenia 22 años.

¿Y luego que paso abuelo?

Bueno, la verdad es que ya no lo recuerdo muy bien, pero si se decirte que fue la “suerte” lo que me salvo.

Abuelo dime mas, cuéntame toda la historia… siempre pedía Josue.

Pero en eso llego la mama de Josué y el abuelo ya no le termino de contar la historia, “esa Historia”.

Después de esa ocasión su abuelo ya no tuvo otra oportunidad de contarle la historia completa a Josito, siempre había algo que lo impedía y Josito nunca la escucho.

Aun seguía parado en la entrada de la calle, casi olvidaba el porque estaba ahí y fue cuando volvio a escuchar las voces de Paco y su banda.

Suerte, había dicho su Abuelo y suerte era lo que necesitaba, mientras corría creyó entender por que su abuelo decía “suerte” y entender esa mirada que hacia.

Ahora entendía esa sonrisa que hacia siempre que jugaba a la lotería, el protouch, Póker, cualquier cosa que dependiera de la “suerte” y ganaba, nunca nada grande ni espectacular pero siempre ganaba algo, si apostaba 30 pesos ganaba 60 o 80 hasta 200 pesos esa era su “suerte”, o su particular “secreto para ganar”, como su abuelo decía; pero nunca lo decía alegre si no mas bien como triste o si sintiera frío y hasta ese momento Josue nunca relaciono ambos gestos, esa tristeza al ganar o esa sonrisa que hacia cuando no le contaba la historia, ahora tras los años notaba que eran tan similares si no es que iguales.

Frío era lo que sentía mientras se adentrada mas a la calle y escuchaba los pasos de quienes lo perseguirá, solo esperaba el tener también “suerte” como su abuelo...

...Y entro.